La boda de Marta & Gari se celebró unas semanas antes de la ola de contagios del verano pasado. A finales de septiembre.

Durante esa época, he visto cómo las parejas se enfrentaban a la situación de distintas maneras, a esta situación extraña que nos ha quitado mucha libertad y nos impide planificar y tomar decisiones a largo o medio plazo. Pero Marta y Gari lo tenían claro.. Nosotros tiramos para adelante!!  – Me decían. Que sea lo que tenga que ser, ya nos adaptaremos a las circunstancias cuando llegué el momento.

Marta y Gari, habían contratado mis servicios justo un año antes de la boda, son de esos chicos previsores que le gustan tenerlo todo atado y estar tranquilos. Firmamos el contrato y pasó el tiempo, nos vimos metidos en una pandemia mundial y yo les iba escribiendo por whatsapp para ver cómo estaban, igual que hacía con todas las parejas que contaban conmigo para su Boda. Pero además de contratarme a un año vista, como ellos no quisieron realizar el reportaje de Preboda pues no nos veíamos.

La sesion de fotos preboda: un contacto necesario

Este es el claro ejemplo que me deja aún más convencido de la importancia de que se produzca una conexión con vosotros, con los novios. Lo importante que eso es para realizar un reportaje de boda digno de recordar cómo lo merece el día. Yo que siempre hablo de la importancia que tiene la Sesión de Preboda, justamente por eso, para conocernos mejor y conectar. Con Marta y Gari, si no hubiera sido por dos momentos cercanos a su boda en el que nos vimos, yo no hubiera sentido esas ganas  que sentí de hacerles su reportaje.

Primero me llamaron para ir a visitar el lugar donde se casaban y dónde harían el convite. Pasé un rato con ellos y con la persona que se encarga de coordinarlo todo en el lugar. Pero otro día, de hecho quedaba tan solo una semana, nos volvimos a ver para repasar el planning. Esa reunión fue genial, hablamos de varios temas, nos reímos, tomamos algo… y cuando se marcharon pensé «Ha sido buenísimo vernos, porque desde hace un año que me contrataron, no les he llegado a conocer como ahora. Y ahora si que tengo ganas de verdad de cubrir su boda».  No significa que antes no.. o que no hubiera trabajado bien. Soy un profesional y siempre lo haré de la mejor forma y esforzándome al máximo, pero ahora, además de eso, se había generado una conexión con ellos. Yo como fotógrafo lo sentí y lo comenté con mi familia, y efectivamente, el día de la boda se notó esa energía.

Cuando me despedí de ellos, le dijes dije: «Muchas gracias por ser personas tan auténticas, por haber disfrutado de vuestra boda regalándome así infinidad de momentos para capturar, lo dicho gracias por ser unos enamorados de las pequeñas cosas y haber valorado tanto, por encima de la situación que tenemos, estar hoy aquí celebrando con toda vuestra familia!!»

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